La transición a la menopausia

En resumen, la menopausia se caracteriza por una caída natural en los niveles de hormonas reproductivas, es decir, estrógeno, progesterona y testosterona, y el cese posterior de los años reproductivos de la mujer, desencadenando una cascada de cambios fisiológicos.

Hormonas y menopausia

A medida que las mujeres envejecen, su reserva ovárica, que es una cantidad definida de óvulos con los que nacen, comienza a acabarse y los ovarios reducen gradualmente su liberación mensual.

Estrógeno y progesterona

Como resultado, los ovarios también producen menos y menos estrógeno y progesterona que normalmente se usan para facilitar el viaje del óvulo durante todo el ciclo menstrual. En este período, las hormonas reproductivas fluctúan de forma errática, causando numerosos síntomas, como fatiga, períodos irregulares e insomnio.

Testosterona

Los niveles de testosterona en las mujeres, por otro lado, comienzan a disminuir incluso antes de la aparición de los síntomas de la menopausia, aproximadamente en sus 20 años. En la menopausia, disminuyen a aproximadamente la mitad de sus cantidades anteriores, pero a un ritmo mucho más lento y estable que los estrógenos y la progesterona.

Finalmente, la producción hormonal de los ovarios se detiene desde la menopausia en adelante. Para mantener otras funciones corporales en distintas partes del cuerpo, como las glándulas suprarrenales y las células grasas o nerviosas, ahora producen solo pequeñas cantidades de hormonas sexuales.

Cuando las mujeres comienzan a experimentar algunos de los síntomas notorios de la mediana edad, tienden a referirse a ellas como menopáusicas. Sin embargo, aunque la transición menopáusica se llama colectivamente menopausia para la mayoría, el proceso completo en realidad ocurre en tres etapas distintas, cada una con características y duración diferentes. Incluyen:

Perimenopausia

Es una etapa que precede a la menopausia y durante la cual comienzan a aparecer la mayoría de los síntomas asociados a la menopausia, como sofocos o períodos irregulares.

La perimenopausia por lo general comienza a mediados de los 40 y puede continuar durante varios meses o incluso hasta 10 años, siendo 4 años el promedio.

Menopausia

Se define como un punto en el tiempo cuando una mujer ha pasado 12 meses consecutivos sin un período. En promedio, las mujeres alcanzan la menopausia entre las edades de 51 y 52 años, aunque puede suceder varios años tarde o temprano.

Cuando la menopausia ocurre a la edad de 40 años o menos, se llama menopausia prematura. Cuando la menopausia ocurre a la edad de 45 años, se denomina menopausia temprana.

Es probable que los síntomas de la menopausia continúen a través de esta fase en un grado variable. A partir de ese momento, se conoce a las mujeres  como posmenopáusicas.

Postmenopausia

Se define como los años posteriores a la menopausia cuando las capacidades reproductivas de las mujeres han llegado a su fin y ya no pueden quedar embarazadas.

En la mayoría de los casos, la frecuencia de los síntomas de la menopausia disminuye mucho o desaparecen. Sin embargo, debido a los niveles de estrógenos agotados, las mujeres posmenopáusicas corren un mayor riesgo de desarrollar condiciones de salud potencialmente peligrosas, como enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular.

Menopausia natural

La causa principal de la menopausia es la disminución de las hormonas reproductivas. Como resultado del proceso de envejecimiento natural y el agotamiento de la reserva de óvulos, la producción ovárica de estrógeno y progesterona disminuye gradualmente. Esto frena la menstruación y la ovulación, cuyas ausencias indican que ha llegado la menopausia, y después que no ocurre más la menstruación una mujer ingresa en la postmenopausia.

Menopausia inducida

Además de la menopausia natural antes mencionada, también hay menopausia inducida, que ocurre a través de algún tipo de intervención médica para tratar ciertas condiciones de salud, como endometriosis o cáncer de ovario, que ponen a las mujeres en mayor riesgo de desarrollar complicaciones potencialmente mortales.

La menopausia inducida puede tener las siguientes causas:

• Cirugía, como la extirpación de los ovarios (ooforectomía bilateral) con o sin extirpación del útero (histerectomía)
• Tratamiento, como quimioterapia y radioterapia pélvica
• Otros medicamentos, como los que se usan para tratar la endometriosis

El camino de cada mujer a través de la transición a la menopausia es diferente. Algunas tienen la suerte de no experimentar molestias, mientras que otras sufren numerosos síntomas que a menudo interrumpen su funcionamiento cotidiano.

Hay dos componentes clave para diagnosticar la menopausia: los síntomas, que son los informes subjetivos de las mujeres sobre lo que experimentan, así como los signos, que son marcadores identificables observados o medidos por un médico a través de exámenes.

Síntomas de la menopausia

La perimenopausia, los años previos a la menopausia, son el momento en que los síntomas menopáusicos físicos y emocionales son más pronunciados para la mayoría de las mujeres, aunque también pueden continuar en la postmenopausia.

Los síntomas de la menopausia incluyen, pero no están limitados a:

• Periodos irregulares
• Sofocos
• Sudores nocturnos
• Cambios de humor
• Fatiga
• Hinchazón
• Pérdida de libido
• Depresión
• Irritabilidad
• Pérdida de cabello
• Ansiedad
• Ataque de pánico

Signos de la menopausia

Además de los síntomas informados que indican el comienzo de la transición a la menopausia, los médicos también buscan signos claros para confirmar su diagnóstico, que se puede obtener a través de un examen físico y varias pruebas de diagnóstico:

• Amenorrea, que es la ausencia de un período, que dura 12 meses consecutivos
• Niveles elevados de hormona folículo estimulante (FSH) de 30 IU / L o superior
• Disminución de los niveles de estradiol, el principal estrógeno circulante, de 30 pg / ml o inferior
• pH vaginal elevado entre 4.5 y 6

Es importante señalar que algunas de esas pruebas de diagnóstico podrían no ser concluyentes ya que los niveles hormonales pueden fluctuar mucho durante la perimenopausia, posiblemente alterando los resultados.

Además de sus importantes efectos sobre la reproducción, el estrógeno juega un papel clave en el mantenimiento de otras funciones corporales. Cuando sus niveles comienzan a disminuir, esos efectos protectores pueden debilitarse, dejando a las mujeres en mayor riesgo de complicaciones, especialmente en conjunción con otras afecciones relacionadas con la edad, como presión arterial alta o colesterol alto.

Enfermedad del corazón

La principal preocupación entre las mujeres postmenopáusicas es el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. El estrógeno protege naturalmente los vasos del corazón y el corazón. Por lo tanto, sus niveles de caída exponen a las mujeres de mediana edad a los peligros de la enfermedad cardíaca.

Osteoporosis

La osteoporosis es otro problema de salud que es común entre las mujeres de mediana edad. Debido a que los niveles de estrógeno estables son esenciales para la preservación de la masa ósea, su disminución puede conducir a una pérdida rápida de masa y densidad óseas. Esto, a su vez, hace que los huesos sean débiles y quebradizos, lo que aumenta el riesgo de fracturas graves.

Incontinencia

La incontinencia es uno de varios problemas del tracto urinario que pueden sufrir las mujeres posmenopáusicas. Pueden ser el resultado de la pérdida de la elasticidad vaginal o uretral debido a la disminución de los niveles de estrógeno y pueden causar una gran cantidad de estrés en las mujeres.

En la mayoría de los casos, las mujeres de mediana edad no tienen que someterse a ningún examen médico para confirmar que ha ocurrido la menopausia. La aparición de signos y síntomas a menudo son indicadores suficientes de que la transición a la menopausia ha comenzado. Después que una mujer pierde su período menstrual durante 12 meses seguidos, se considera postmenopáusica.

Algunas mujeres, sin embargo, se someten a ciertas pruebas hormonales para descartar otras posibles causas de los síntomas parecidos a la menopausia y, finalmente, confirmar la llegada de la menopausia. Estas pruebas verifican los niveles de las siguientes hormonas

• La hormona folículo estimulante (FSH) y los niveles de estrógeno para confirmar la menopausia, caracterizados por niveles elevados de FSH y estrógenos
• La hormona estimulante de la tiroides (TSH) para descartar una tiroides poco activa, cuyos síntomas pueden simular los de la menopausia.

Además, se puede realizar un frotis vaginal junto con pruebas de los niveles de FSH para medir el pH en la vagina, que se eleva durante la menopausia.

Debido a que la menopausia es una parte natural del proceso de envejecimiento, no se puede tratar. En cambio, varios métodos naturales y farmacéuticos se centran en aliviar los síntomas y reducir los riesgos de desarrollar más problemas de salud desencadenados por la menopausia.

Tratamientos naturales

Muchas mujeres prefieren comenzar con enfoques naturales, como la implementación de hábitos de vida saludable, que no solo pueden ser efectivos y de gran alcance, sino que también no causan efectos secundarios.

Dieta saludable

Comer alimentos ricos en fibra, hierro, calcio y alimentos fitoestrogénicos, que contienen compuestos que actúan como estrógenos débiles, puede ayudar a aliviar los síntomas de la depleción de estrógenos.

Buenas opciones para incluir en su dieta de la menopausia son tofu, linaza, huevos, yogur y pescado, así como vegetales crucíferos, como el brócoli o la col rizada.

Ejercicio regular

La actividad física regular y de bajo impacto, como el yoga, también puede brindar numerosos beneficios a las mujeres menopáusicas, desde mejorar su estado de ánimo hasta prevenir el aumento de peso y aliviar la fatiga. También pueden fortalecer los músculos del piso pélvico, mejorando así la incontinencia urinaria.

Remedios naturales

El uso de hierbas medicinales para equilibrar las hormonas, como el cohosh negro,  dong quai o trébol rojo, puede aliviar los síntomas notorios y proteger al cuerpo de los riesgos para la salud postmenopáusicos.

Suplementos naturales

Los suplementos naturales, incluidos los suplementos reguladores de hormonas como Macafem, pueden nutrir las glándulas endocrinas para regular la producción hormonal y poner fin a los síntomas molestos.

Opciones de tratamiento farmacéutico

También hay una serie de medicamentos diseñados para brindar alivio y reducir el impacto de la transición menopáusica en la salud de las mujeres. Los más comunes incluyen la terapia de sustitución hormonal (TSH) en forma de tabletas, parches cutáneos y más.

Aunque la terapia hormonal puede brindar alivio a algunas mujeres, existen numerosos riesgos para la salud asociados con su uso a largo plazo, que incluyen enfermedades cardíacas y cáncer de seno.

Sin lugar a dudas, la menopausia puede ser uno de los períodos más difíciles en la vida de una mujer, lo que la obliga a lidiar con las hormonas que cambian rápidamente y los síntomas difíciles. Sin embargo, muchas mujeres de todo el mundo que atraviesan la transición a la menopausia han encontrado alivio en enfoques saludables, como en una dieta saludable para la menopausia rica en fitoestrógenos; ejercicio de bajo impacto, como yoga o Pilates; hierbas medicinales, como el cohosh negro; y suplementos naturales, como Macafem. Fortalecidas con esas estrategias efectivas de ayuda, se sentirá mejor para recibir este nuevo capítulo de su vida.